MI DIOS HUMANADO...
Mi Dios humanado:
todo mi gozo, mi dolor
y mi llanto... Tú lo
haces sagrado.
¡Entonces, puedo mirar
la vida
como Tú me has
enseñado!...
Estáte, Jesús a mi lado:
Tú eres mucho más
de lo que nosotros
pensamos...
¡Ayúdanos a nombrar,
a desentrañar, a
expresar,
y a acompañar; pues nos
has creado
para amarnos...!
¡Mi Dios humanado, mi Dios cercano!...
Jesús, mi Dios hermano...
Tú esperas que te
hablemos,
que te
interpretemos, y te respondamos...:
¡Con Evangelio vivo
y no en abstracto!...
¡Mi Dios humanado,
qué Misterio!...
¿Cómo expresarlo?...
Eres el Dios de los
Salmos...
Eres lo mejor de mi
vida,
eres lo mejor de mis
años...
¡Y, tu Amor, de mi vida,
lo más válido!...
¡Nuestra identidad es
sabernos amados!...
¡Mi Dios humanado:
Tú mismo, tu Misterio,
mi misterio;
tu grandeza y mi
barro...!
¡Simplemente: mi
frente...
y tus labios...!
Presbítero José Luis
Carvajal Ibelli
Muy bien esta poesia, sirve para sentir más cerca a Jesús, que se hizo hombre como nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo
Su poema es Oración para mi.
ResponderEliminarNos une el mismo amor, la misma necesidad de alabar a nuestro Señor.
Le dejo mi cariño, en Cristo Jesús.
Bellísimo poema José Luis!
ResponderEliminarDios te ha dado el don de transmitir su amor, el don de la pluma.