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lunes, 31 de mayo de 2010

Todos los primeros Martes, tendremos, a las 19.30, la Misa Mensual de los Santos Ángeles
en nuestra Parroquia: "Inmaculada Concepción" (Centro): Av. Independencia 910,
Ciudad de Buenos Aires. Luego, de 20 a 21 horas: Adoración al Santísimo y meditación sobre los Ángeles
(les ruego participen o se unan espiritualmente, así oramos todos por todos). Los bendigo de corazón,
p. José Luis.
                                                                                     
Los ángeles son seres espirituales, no corporales e inmortales que, permanentemente, están contemplando el Rostro de Dios (Mt 18, 10) y que, al mismo tiempo, son mensajeros y servidores del Señor. En este sentido, además de ser nuestros amigos, intercesores y colaboradores, también son modelo para nosotros: porque todos tenemos que ser personas de contemplación (buscando el Rostro de Dios) y, al mismo tiempo, ser personas que viven el servicio de la caridad.


En toda la Sagrada Escritura, encontramos pasajes que muestran que los ángeles anuncian, asisten a los seres humanos, y estarán también presentes en el Juicio Final.


Por eso, en la parábola del hombre rico y del pobre Lázaro, Jesús dice: “El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado” (Lc 16, 22). Y el Salmo 90 nos da confianza, y nos asegura: “No te alcanzará ningún mal, ninguna plaga se acercará a tu carpa, porque él (el Señor) te encomendó a sus ángeles para que te cuiden en todos tus caminos. Ellos te llevarán en sus manos para que no tropieces contra ninguna piedra; caminarás sobre leones y víboras, pisotearás cachorros de león y serpientes.


Él se entregó a mí, por eso yo lo libraré; lo protegeré, porque conoce mi Nombre; me invocará, y yo le responderé. Estaré con él en el peligro, lo defenderé y lo glorificaré; le haré gozar de una larga vida y le haré ver mi salvación” (Sal 90, 10-16).


“De aquí que toda la vida de la Iglesia se beneficie de la ayuda misteriosa y poderosa de los ángeles” (Catecismo, n° 334). “Desde su comienzo hasta la muerte, la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión. Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida” (Ibíd. N° 336).


Sin duda, es una consoladora noticia contar con la protección del Ángel de la Guarda, el cual nos ayuda y nos recuerda que invoquemos a Dios: “Tú que vives al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Todopoderoso, di al Señor: `Mi refugio y mi baluarte, mi Dios, en quien confío´” (Sal 90, 1-2).


Nuestro Ángel, y cada Ángel, está constantemente delante de la presencia del Señor, y cada uno de ellos es enviado por Él. Razón por la cual nunca pueden aconsejarnos nada malo, y están confirmados en Gracia. Solamente los ángeles malos o demonios (vencidos ya por Dios, por medio de San Miguel Arcángel, buscan nuestra perdición).

“El sabio Orígenes, ya decía en el siglo III: `Sí, cada uno de nosotros tenemos un ángel, que nos dirige, nos acompaña, nos gobierna, nos amonesta y presenta a Dios nuestras plegarias y buenas obras´.



Santo Tomás de Aquino dividió los Coros angélicos en nueve categorías diferentes: `Los Serafines, los Querubines y Tronos, forman la augusta corte de la Santísima Trinidad; las Dominaciones presiden el gobierno del Universo; las Virtudes, la fijeza de las leyes naturales; las Potestades, refrenan el poder de los demonios; los Principados, tienen, bajo su amparo, a los reinos y naciones; los Arcángeles, defienden a las comunidades menores, y los Ángeles, guardan a cada uno de los hombres´.” (López- Melús, “El santo de cada día”, Apostolado Mariano, Sevilla 1989).     Pbro. José Luis Carvajal

lunes, 24 de mayo de 2010

¡NUESTRA INDEPENDENCIA!
Fotos: turismo.com.ar y Wikipedia




MAYO 25: Hoy, celebramos, en Argentina, la conformación de la Primera Junta de Gobierno patrio, que quedó instituída en el Cabildo abierto de Buenos Aires, el 25 de Mayo, de 1810 (este año es el bicentenario de nuestra Independencia).


Esta independencia nacional, quedó definitivamente coronada el 9 de Julio de 1816, en el Congreso de Tucumán. ¡Y ESPAÑA SIEMPRE SERÁ NUESTRA AMADA "MADRE PATRIA", que nos trajo nuestra Fe Católica, nuestra lengua, y tantas otros beneficios, cuando descubrió América, en 1492, hace más de 500 años!


Con esta revolución de Mayo, se depuso al Virrey Cisneros (español, quien gobernaba en nombre del entonces rey de España: Fernando VII). Y la Junta de Gobierno patrio (vamos a nombrarlos, para homenajearlos) quedó constituída así:


Presidente: Teniente Coronel Saavedra, jefe del Regimiento Patricios.


Vocales: Dr. Juan José Castelli, abogado.


Lic. Manuel Belgrano, abogado y militar.


Tte. Coronel Miguel de Azcuénaga, militar.


Presbítero Manuel Alberti, sacerdote.


Sr. Domingo Matheu, comerciante.


Sr. Juan Larrea, comerciante.


Secretarios: Dr. Juan José Paso, abogado.


Dr. Mariano Moreno, abogado.


Agradezcamos y roguemos a Dios por nuestra Patria. Para que vivamos unidos entre nosotros y dóciles a la Voluntad del Señor. Y agredezcamos a Dios, porque tuvimos muchos héroes, próceres y personas santas…
Escribía Juan Pablo II: “Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto” (Encíclia “Veritatis Splendor” n. 101).


Y el Cardenal Bergoglio asegura: “La gran exigencia es la renuncia a querer tener toda la razón; a mantener los privilegios; a la vida y la renta fácil… a seguir siendo necios, enanos en el espíritu…No hay futuro sin presente y sin pasado: la creatividad implica también memoria y discernimiento, ecuanimidad y justicia, prudencia y fortaleza… No podemos perder de vista ambos polos: el utópico y el realista… Debemos animarnos a lo nuevo, pero sin tirar a la basura lo que otros (e incluso nosotros mismos) han construido con esfuerzo” (“La nación por construir”, Ed. Claretiana, p. 73 y 78).

Hoy, cada uno de nosotros, con la fuerza de la oración y el esfuerzo de su trabajo, debe imitar a los próceres, a los héroes y a los santos; igualarlos y hasta superarlos: con la iluminación y la fortaleza del Espíritu Santo, y con la intercesión de la Madre de nuestra Nación, la Virgen de Luján…

miércoles, 19 de mayo de 2010

Muy queridos amigos: con una amiga, e hija espiritual, hemos abierto un NUEVO BLOG SOBRE LA ORACIÓN, les ruego que lo visiten y que se anoten como seguidores. Les aseguro mi plegaria diaria por ustedes y familiares y amigos, y les ruego las de ustedes. Por favor, hagan click aquí abajo, gracias:









sábado, 15 de mayo de 2010


Los invito, el próximo Martes 18 de Mayo, a la Eucaristía que celebrára el p. Cornelio (de la Congregación de los santos Ángeles) a las 19.30. Luego nos dará una meditación, de 20 a 21 horas, con adoración a Jesús Sacramentado. ¡Los espero, están todos invitados a Parroquia "Inmacualda Concepción": Av.Independencia 910 (esquina Tacuarí), Ciudad de Buenos Aires! Los que no puedan venir, por favor, orar desde sus casas por las intenciones de todos los seguidores de este blog. ¡Muchísimas gracias!

miércoles, 12 de mayo de 2010

13 de MAYO: Hoy recordamos a la Virgen María con el nombre de Nuestra Señora de Fátima.


Desde el 13 de Mayo, hasta el 13 de Octubre de 1917, la Santísima Madre se apareció a tres niños, en Fátima, Portugal (a los pastorcitos: Francisco y Jacinta, que fueron beatificados; y a Lucía, que falleció hace pocos años). Estos tres chicos eran inocentes, pobres y analfabetos, pero tenían gran fe en Dios y tierna devoción a la Virgen.


El día 13, de cada mes, la Madre de Dios se les aparecía y les hablaba; y les pedía: amor a Jesús Eucaristía; la conversión de todos nosotros (pecadores); rezar, orar por la paz del mundo (sobre todo, rezar “el Rosario todos los días”) y hacer penitencia o sacrificios para reparar las ofensas hechas a Dios (Y, así, podamos amar intensamente a Dios y nos consagremos a Él).


Aún antes las apariciones de María, un ángel se les presentó, a los tres pequeños pastores, y les enseñó esta oración: “Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amor. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman”. Y también esta otra: “Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la conversión los pobres pecadores”.


El Papa Pío XII consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María (como lo pidió la misma Virgen en Fátima) y los Papas Pablo VI y Juan Pablo II subrayaron el Mensaje de María, con sus visitas solemnes al Santuario, y dieron legitimidad a los Mensajes (en este momento Benedicto XVI está en Fátima).


Allí, en Portugal, María dijo: “Recen, recen mucho(…). Recen el Rosario todos los días”.


Los santos han dicho que “María es más Madre nuestra que la misma madre carnal” (Beato Elredo, Abad). Y el Concilio Vaticano II dice: “La Bienaventurada Virgen, predestinada desde toda la eternidad para ser Madre de Dios(…) padeciendo con su Hijo mientras Él moría en la cruz, cooperó en forma(…) singular, por la obediencia, la fe, la esperanza y la encendida caridad, en la restauración de la vida sobrenatural de las almas. Por tal motivo es nuestra Madre en el orden de la gracia” (“Luz de los Pueblos”, nrs. 61-62).


Concluyamos nuestra meditación, con estas palabras, sobre el Rosario, del Beato Santiago Alberione: “En cada misterio del Rosario siempre hay una virtud que aprender… La “Virgen hace fáciles las cosas difíciles”. La vida no está sembrada sólo de rosas, sino también de muchas espinas; pero cuando en una familia se reza el Rosario, esa familia no se perderá. El Rosario… nos permite dirigirnos a Dios para adorarlo, darle gracias y pedirle favores. Además, perfecciona nuestra oración, porque sirve para cubrir nuestras debilidades de mente, corazón y voluntad. El Rosario es una oración fecundísima por los grandes sentimientos que suscita en el alma; allí encontramos el lenguaje de la humildad, del dolor, del amor y de la gloria”.
Presbítero José Luis Carvajal

lunes, 10 de mayo de 2010



PRESENCIA, CONSTANTE, DE JESÚS



La presencia de Dios, en nuestras vidas, es constante y actúa permanentemente en nosotros. 
El Señor nos mueve a anunciarlo y a testimoniarlo en el mundo, a pesar de que muchos se opongan.


El Espíritu Santo viene, cada día, en nuestra ayuda, para que vivamos la Palabra de Jesús; y para que seamos misioneros de esa misma Palabra, viviendo en la verdad y en la justicia.


Vivir conforme a la Palabra de Cristo no es fácil, ni sencillo, pero vale la pena esforzarnos por encarnar esa Sabiduría de Jesús, en todos nuestros ambientes, porque es hermoso vivir en trascendencia y profundidad...


A pesar de tantas cosas injustas y tristes que nos toca aguantar y ver, a diario, el Señor está a nuestro lado y nos infunde esperanza y alegría. Por eso, decía el Papa Benedicto XVI: “Dios abraza y sostiene a todo el cosmos, la Ascensión del Señor significa que Cristo no se ha alejado de nosotros, sino que ahora, gracias al hecho de estar con el Padre, está cerca de cada uno de nosotros, para siempre”.


Jesús no quiere que perdamos nuestro optimismo, ni nuestra creatividad y, entonces, nos promete su Presencia y el envío del Espíritu Santo. Por tanto, recordando que Cristo está a nuestro lado, nada podemos temer; y, por eso, con el Salmo 137, le agradecemos al Señor, diciéndole: “Me respondiste cada vez que te invoqué y aumentaste la fuerza de mi alma”.


Jesucristo nos pide vivir, siempre, en la caridad; y también nos enseña el auténtico gozo, y la lucha espiritual para que triunfe el bien: "la verdad, en la caridad"...


Pidamos, por medio de María, poder dar el mayor fruto posible, gracias a nuestra entrega, generosa, a la Palabra viva del Señor. Así, mostrando que “el Señor hizo grandes cosas por nosotros, y estamos alegres”, podremos acercar a muchos a Jesús: Camino, Verdad y Vida... Que así sea, con la gracia de Dios...


Presbítero José Luis Carvajal Ibelli

lunes, 3 de mayo de 2010

Dijo Jesús: "Al arrancar la cizaña, corren
el peligro de arrancar también el trigo.
Dejen que crezcan juntos hasta
la cosecha" (Mt 15, 29-30)


 
ESPERAR...

Esperar... es cosa de amigos,
tolerar es cosa de Dios.
Luchar es cosa de uno,
pero confiar es cosa de dos...

Llorar... no es cosa de niños,
porque el llanto es conmoción.
Tolerar, sí es cosa de "grandes",
porque es apostar por lo mejor...

Esperar... no es acobardar,
es, simplemente, sembrar.
Y poder aceptar que,
junto a la cizaña, es posible "alumbrar"...

Esperar... es abrirse al cambio,
de las cosas que pueden variar;
sin embargo, no es el engaño
del que todo pretende juzgar...

Esperar... es cosa de niños,
porque es confiar "al por mayor".
Es como hacerse un nido
en la Palma de tu Dios...

Esperar... no es no intentar
y sí una forma de vencer, al "perder"...
Y de fructificar...
¡Porque, junto a la cizaña,
hay que saber germinar!

Presbítero José Luis Carvajal