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miércoles, 21 de abril de 2010


Sobre el bien inalterable del Matrimonio y la Familia

Al pueblo de Dios y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
1. Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (cf. 1 Tm 2,4). Por eso estableció con el hombre un diálogo de salvación, que culminó en el encuentro con Jesucristo, Señor nuestro y compañero de camino. La Iglesia está llamada a extender este diálogo a la convivencia humana. El diálogo para ser fecundo debe ser claro, afable, sencillo y confiado. Todo esto lleva implícito el respeto a la persona que vive, siente y piensa de un modo diferente. Todos estamos llamados al amor de Dios. La claridad del diálogo exige un discernimiento en orden a reconocer la verdad, sobre la cual los pastores no podemos callar. Esto no supone menosprecio ni discriminación.
2. El ser humano ha sido creado a imagen de Dios. Esta imagen se refleja no sólo en la persona individual, sino que se proyecta en la complementariedad y reciprocidad del varón y la mujer, en la común dignidad, y en la unidad indisoluble de los dos, llamada desde siempre matrimonio. El matrimonio es la forma de vida en la que se realiza una comunión singular de personas, y ella otorga sentido plenamente humano al ejercicio de la función sexual. A la naturaleza misma del matrimonio pertenecen las cualidades mencionadas de distinción, complementariedad y reciprocidad de los sexos, y la riqueza admirable de su fecundidad. El matrimonio es un don de la creación. No hay una realidad análoga que se le pueda igualar. No es una unión cualquiera entre personas; tiene características propias e irrenunciables, que hacen del matrimonio la base de la familia y de la sociedad. Así fue reconocido en las grandes culturas del mundo. Así lo reconocen los tratados internacionales asumidos en nuestra Constitución Nacional (cf. art. 75, inc. 22). Así lo ha entendido siempre nuestro pueblo.
3. Corresponde a la autoridad pública tutelar el matrimonio entre el varón y la mujer con la protección de las leyes, para asegurar y favorecer su función irreemplazable y su contribución al bien común de la sociedad. Si se otorgase un reconocimiento legal a la unión entre personas del mismo sexo, o se las pusiera en un plano jurídico análogo al del matrimonio y la familia, el Estado actuaría erróneamente y entraría en contradicción con sus propios deberes al alterar los principios de la ley natural y del ordenamiento público de la sociedad argentina.
4. La unión de personas del mismo sexo carece de los elementos biológicos y antropológicos propios del matrimonio y de la familia. Está ausente de ella la dimensión conyugal y la apertura a la transmisión de la vida. En cambio, el matrimonio y la familia que se funda en él, es el hogar de las nuevas generaciones humanas. Desde su concepción, los niños tienen derecho inalienable a desarrollarse en el seno de sus madres, a nacer y crecer en el ámbito natural del matrimonio. En la vida familiar y en la relación con su padre y su madre, los niños descubren su propia identidad y alcanzan la autonomía personal.
5. Constatar una diferencia real no es discriminar. La naturaleza no discrimina cuando nos hace varón o mujer. Nuestro Código Civil no discrimina cuando exige el requisito de ser varón y mujer para contraer matrimonio; sólo reconoce una realidad natural. Las situaciones jurídicas de interés recíproco entre personas del mismo sexo pueden ser suficientemente tuteladas por el derecho común. Por consiguiente, sería una discriminación injusta contra el matrimonio y la familia otorgar al hecho privado de la unión entre personas del mismo sexo un estatuto de derecho público.
6. Apelamos a la conciencia de nuestros legisladores para que, al decidir sobre una cuestión de tanta gravedad, tengan en cuenta estas verdades fundamentales, para el bien de la Patria y de sus futuras generaciones.
7. En este clima pascual, y al iniciar el sexenio 2010-2016 del Bicentenario de la Patria, exhortamos a nuestros fieles a orar intensamente a Dios Nuestro Señor para que ilumine a nuestros gobernantes y especialmente a los legisladores. Les pedimos también que no vacilen en expresarse en la defensa y promoción de los grandes valores que forjaron nuestra nacionalidad y constituyen la esperanza de la Patria.
99ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina
Pilar, El Cenáculo, 20 de abril de 2010
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13 comentarios:

  1. Un gran texto para los que hoy celebramos el aniversario de bodas. Gracias

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  2. No estamos solos Padre en la defensa del Matrimonio y de los hijos. Ayer, leyendo sobre el tema descubrí el blog de http://cynthiahotton.blogspot.com/, que me llenó de alegría y esperanza. Somos muchos los que alzamos la voz en defensa de los valores familiares cristianos.

    No pretendo desconocer los derechos de los hombres y mujeres que viven su sexualidad de un modo diferente al natural. Si me niego a desnaturalizar las instituciones naturales, para igualar lo inigualable. Se deberá buscar otro modo de garantizar los derechos humanos de estos grupos minoritarios, sin destrozar la cultura y la valoración social.
    Le agradezco sus visitas a mi blog, por que es bueno tener una guía espiritual de los hermanos mayores, quieres sabrán amonestarnos cuando estemos equivocando el camino.
    Dios lo bendiga Padre.

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  3. EXCELENTE REFLEXION SOBRE LO QUE ES EL SENTIDO REAL DEL MATRIMONIO COMO DIOS LO ESTABLECIO.
    UN ABRAZO

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  4. Este documento es magnífico, engrandece el matrimonio, algo que necesitamos tanto los que cremos en él y así lo vivimos, como los que dudan o están ofuscados porque piensan que todo lo legal es moral. Hubo un tiempo en que llegó a ser así, pero desgraciadamente hoy muchas leyes son contrarias a la moral.
    Muchas gracias, Jose Luis.
    No sé si en Argentina está ya aprobado el matrimonio entre personas del mismo sexo, desgraciadamente en España sí.
    Un beso con cariño

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  5. Buenas tardes:
    Muchas gracias por tu comentario en mi blog
    Encantada de conocerte. Yo estoy como voluntaria
    de Cáritas en la Parróquiia Santísmo Cristo de Luz de Valencia. hago atención primaria a los inmigrantes.

    Aqui en Valencia (España), tengo una amiga monja de clausura de la Orden de Predicadores de Paterna se llama sor Cecilia, su blog se titula Estoy a Tu lado, si quieres acceder puedes pichar desde mis seguidores es la foto de una Cruz en rojo dentro de un Círculo.

    Yo tambien estoy a favor del matrimonio mixto llevo 40 años casada, desde los 20,

    Lo que si estoy totalmente en contra es del aborto y no por religión, sino por el Derecho a la Vida de estas criaturas a las que no se les da opción a nacer.

    Saludos cordiales y que Dios te bendiga, Montserrat

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  6. José Luis, he introduciddo tu Blog en mis favoritos para poder recurrir a él, cuando creemos que estamos dando la espalda a la VERDAD. Mi mejor amigo es un sacerdote de la orden Camiliana y en estos días precisamente será su cumpleaños, felicidades por el Blog. Me hace gracia el hecho de que tu último escrito sea sobre el matrimonio y yo te hablaba de esto en mi mail. Un abrazo. María

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  7. ¡MUY BUENO! TOTALMENTE DE ACUERDO CON EL CONTENIDO DE ESTA NOTA. ESTAS VERDADES SE DEBEN DIFUNDIR PORQUE HAY MUCHOS CATÓLICOS CONUNDIDOS CON ESTOS TEMAS Y PIENSAN QUE NO HAY NADA DE MALO EN LAS UNIONES ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO Y PROCLAMAN QUE EL PAPA DEBE MODERNIZARSE Y AVANZAR DE ACUERDO A LOS TIEMPOS... FALTA FORMACIÓN EN LOS CATÓLICOS.

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  8. por mucho que se empeñen algunos 2+2 no son cinco..en España estamos inmersos en una imposición por decreto de esa suma..nada digo de que hubiera un registro de parejas homosexuales pese a no compartir la visión de estas personas,pero de ningún modo "matrimonio" sin embargo ellos sí se empeñan en imponer su credo a los demás y en ahormar la realidad a sus deseos..por otra parte, no son los únicos, y ahí tenemos a los musulmanes tratando de imponer sus costumbres de menosprecio hacia la mujer con el velo islámico con la ayuda de la misma izquierda que reniega de los crucifijos, no ya como símbolo religioso, sino de "identidad cultural"...saludos cordiales

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  9. Hola Padre:

    Me he hecho seguidora suya porque he llegado hasta aqui y me han gustado sus entradas.

    Soy católica y practicante asi que su blog me interesa.

    Le doy las gracias por visitar mi blog y le agradezco muchos sus`palabras de apoyo. Ya ve lo que me ha tocado pero confío en El y pienso que no me va a mandar nada que no pueda soportar.
    De vez en cuando me vendrá bien "charlar" con Vd.
    Un abrazo. Chus

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  10. Hola, José Luis,
    Muchas gracias por tu visita a mi blog. Como ves, he cumplido y aquí estoy, leyendo tus reflexiones sobre la vida y el alma.
    Un saludo.

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  11. Buenas noches desde España, es un honor estar aqui entre amigos/as/, he leido su lindo articulo, muy lindo amigo José Luis, yo solo decir que me parece muy bello el matrimonio entre hombre y mujer, hacer el camino de la vida junto, ver crecer a los hijos juntos, estar para todo para lo bueno y lo menos bueno, pero yo despues de treinta y seis años no lo he podido salvar. Quizas así lo quiso dios pues en verdad le digo que ahora aun estando sola solo con mis hijos y nietos he recuperado la tranquilidad siento una paz muy bonita en mi. Gracias amigo, seguire este tierno blog. besos de una amiga Lola.

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  12. Querido Padre José Luis: acertadísima reflexión. Voy a hacerla pública (entre mis amigos por mail por ahora, si ud. me autoriza me comprometo a publicarla en Facebook) citando la fuente, porque estoy absolutamente de acuerdo.
    Llevo, con la gracia de Dios, casi 24 años de casada y Dios bendijo nuestro hogar con dos hijos hermosos. No digo que no hubo problemas pero siempre - con la ayuda de Dios y con el abandono a su voluntad - hemos logrado salir adelante.
    No estoy a favor de discriminar, en cuanto personas, a nadie y tal vez sea bueno estudiar algunos derechos como obra social, herencia...
    Pero de ningún modo puede equipararse al matrimonio que es algo sagrado que viene del orden creado por Dios o del Derecho Natural, para los que no son creyentes.
    Y si el 4º mandamiento dice "honrar al padre y a la madre", está implícito que todo niño tiene derecho a tener un padre y una madre. Que no tenemos derecho a vulnerar su identidad (como hacen algunas mujeres homosexuales o no, que se inseminan artificialmente para ser madres, trayendo niños que nunca sabrán quién es su padre). Mi derecho de ser madre o padre no puede anteponerse al derecho del niño a ser criado en una familia.
    Me ha dolido mucho enterarme de lo solos que estuvieron los legisladores valientes (no sólo por su fe, sino por enfrentarse a lo que se considera moderno o a "ir con los tiempos") que sostuvieron sus posiciones, y que el mayor apoyo fue de los evangélicos. ¿Dónde estábamos los católicos cuando se nos necesitó?
    Muchas gracias por su reflexión.
    Un abrazo :)

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  13. Estimado Padre ¡cuanto bien hace hoy en día reflexionar sobre el matrimonio¡ ¡ah¡ y difundirlo. GRACIAS, necesitamos, hoy más que nunca, tener referencias claras y pilares fuertes que guien y sostengan a la sociedad.

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Te agradezco tu comentario respetuoso...