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miércoles, 16 de junio de 2010

FE Y OBRAS

El Señor nos regala el don de la fe. Por eso, cuando algunos le pedían más signos a Jesús, para creer en Él, les respondió: “los ninivitas se arrepintieron por la predicación de Jonás, y aquí hay alguien mayor que Jonás” (Lc 11, 32).



Los santos nos enseñan a recibir la Palabra de Dios, con corazón abierto y a reformarnos a nosotros mismos, antes que querer corregir a otros. Esta reforma interior, se llama conversión.


Cuando los discípulos de Juan Bautista, le preguntaban a Cristo si Él era el Mesías, les respondió: “Bienaventurado aquél que en mí no encuentre ocasión de tropiezo”.


Jesús nos enseña a no exigir prodigios o signos milagrosos para creer en Él…Dios es invisible, pero de nosotros depende que los demás vean a Dios en nuestras buenas obras y en nuestro amor sincero.


Sería muy bueno que, todos los días, diéramos gracias al Señor por la fe que nos regaló en nuestro Bautismo, y que nos obsequia también hoy. Y me puedo preguntar: ¿pido a Dios más signos de los que me da, para creer en Él? ¿Testimonio mi fe con obras o sólo con palabras?..


Que María Virgen, que siempre “creyó, sin haber visto”, nos ayude a transparentar a Jesucristo, ante los hermanos; descubriendo a Dios, que nos llama, no con cosas esplendorosas, sino a mejorar nuestra vida, en lo cotidiano…¡Hagamos presente a Jesús, en la vida diaria de nuestros hermanos!..


Nuestra fe cristiana nos enseña que Dios se hace nuestro y se hace cercano, y nunca quiere dejar de amarnos…El Señor nos busca, nos encuentra y siempre envía a alguien o a algo que nos acerque a nosotros a Él.


El Maestro nunca se cansa de nosotros. Su amor jamás nos olvida. Él no nos ama rutinariamente, sino novedosamente…


La Palabra de Dios nos enseña: “Revístanse pues, como elegidos de Dios, de misericordia, de bondad, de humildad, de modestia y paciencia..Pero vístanse sobre todo de caridad que es el vínculo de la perfección” (Col 3, 10.12).


Y Santa Teresa, dice: “Desprende tu corazón de todas las cosas y hallarás a Dios”. Porque, a veces, nos ponemos nosotros mismos en el centro de nuestros pensamientos y acciones. Es entonces donde no podemos percibir ni al Señor, ni a los hermanos. “Esta es la Vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a tu Enviado, Jesucristo” (Jn 17, 3).


Es inseparable nuestra relación con Jesús, de nuestros vínculos con los hermanos. Por eso, trabajar comunitariamente, nos enriquece, nos armoniza, nos madura, nos hace crecer…


Jesús dice que se nos va a manifestar: “El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él” (Jn 14, 23).


Jesús nos pide no sólo “decir”, sino también “hacer”, porque : “no todo el que me diga Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos; sino, más bien los que hacen la voluntad de mi Padre” (Mt 7, 21).


Por tanto: decir y hacer; compromiso y actitud interior, para establecer relaciones genuinas.


Dice Cristo, a los que se creen jueces de los demás, pero no viven su Palabra: “Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al reino de Dios” (Mt 21, 31).


Convertirse es igual a realizar obras distintas, coraje para hacer el bien, cueste lo que cueste; comprometerse por amor, con hechos concretos (aunque, lamentablemente, muchas veces esas cosas hermosas, no estén de moda). “Vivir de amor” –decía santa Teresita- y no hacerle “trampa” a Dios o a los hermanos.


¡Cuántas veces nos quedamos sólo en palabras y pronto nos aburrimos, nos distanciamos y nos desentendemos! A menudo, “a las palabras, se las lleva el viento”, en cambio el Señor dijo de sí mismo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Lc 21, 33). Ojalá no hablemos por hablar y nuestras acciones demuestren profundo amor y entrega.


Pidamos al Espíritu Santo poder cumplir nuestra palabra, aprender a cumplir el plan de Dios en nuestras vidas, hacer su Voluntad.


Así, Cristo, nos librará de la oscuridad de la mentira (porque Él es la Verdad), no caeremos en las obras que llevan a la muerte (porque Él es la Vida) y evitaremos las omisiones y las palabras vacías o huecas (porque Él es el Camino).


“Que la humildad los lleve a estimar a los otros como superiores a ustedes mismos” (Flp 2,3).


Humildad y sinceridad de Jesús, que vencen nuestra ostentación, soberbia y nuestro ser interesados.


San Pablo nos enseña: “trabajen por su salvación con temor y temblor… Dios es el que produce en ustedes el querer y el hacer, conforme a su designio de amor” (Flp 3, 12-13).


“Gracias a la constancia salvarán sus vidas” (Lc 21, 19).
Presbítero José Luis Carvajal



17 comentarios:

  1. Excelente reflexión José Luis, nuestras obras deben ser testimonio de nuestra fe, pues como la Palabra lo señala, la fe sin obras es muerta. Bendiciones

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  2. La palabra es en sí misma una mera herramienta...pero de cuidado!!! todo depende de quien , como la use.y para que la use.....no obstante es un lenguaje que trasciende todo lo posible...,veo que has hecho lo que has pregonado...estuviste trabajando!!!!,hasta cambiaste el blog,bien por eso!!!! ,cariños,Bárbara.

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  3. Padre, desde Valencia España, le agradezco de todo corazón esta entrada.
    La Fe es una flor ue debe regarse a menudo y y leyendo sus escritos evangelizadores, la fortalezco.

    Dios le bendiga, Montserrat

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  4. Muchisimas gracias por esta entrada, por todo lo que en ella de forma tan clara explica, gracias por acercarnos a Cristo.Un abrazo en la oración

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  5. Maravillosa entrada P.José Luís, es todo un excelente sermón. Ojalá trasformasemos nuestras vivas, si tuviesemos más fe nuestro compartamiento sería muy distinto, fe es creer y quien cree desea parecerse al que cree, Jesús es nuestro modelo, conocía al padre y obraba por lo que conocia en obras de misericordia. Quien conoce al Padre me conoce a mi, nos dice, luego al final vemos que el amor iguala, intentemos igualarnos en ese amor sin medida para que las obras den credito de lo que creemos.
    Con ternura.
    Sor.Cecilia

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  6. Qué cambio en el blog, Jose Luis, me gusta, está muy alegre.
    Me gusta mucho todo el post, ya me he apuntado varias ideas, pero me queda grabado lo fácil que es hacer "trampas a Dios" o al menos creer que le trampeamos, pues la verdad que Él es el unico que sondea nuestro corazón hasta el fondo, hasta la "juntura de los huesos", como dice la Escritura.
    Un beso con mi cariño

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  7. Hay que agradecer cada día la Fe que Dios nos da.
    Cada una de sus palabras es un verdadero tesoro para el espiritu, Padre.
    La Sabiduria consiste en saber vivir amando, esperando en Dios y agradeciendo cada gracia recibida.
    Un abrazo.

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  8. José Luis, qué complicados que estamos los seres humanos... al ver la foto con que has ilustrado este post, pensé en la simplicidad de los niños y en la inocencia, que todos hemos tenido, que hemos vivido. Con tu reflexión se me hace primordial recuperar esa alma de niña.

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  9. Excelente, muy claro, ojalá el Señor nos ayude a perseverar en una misma línea del pensar, decir y hacer, en la Verdad que es Él. Hermoso el nuevo blog, felicitaciones!
    Abrazo en Cristo y María, con todo mi afecto y agradecimiento
    Susana

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  10. Olá, Padre... sua bênção!
    Que bela reflexão!
    Que o Senhor Deus possa falar através de leus lábios e atitudes por toda a sua vida!
    Quão bela é sua vocação aos olhos do Pai!
    Com a certeza de estarmos sempre unidos na Santa Eucaristia...
    Abraço forte... orações!
    Eloisa

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  11. Estimado Padre...
    El Beato Santiago Alberione decía a sus religiosos: "Vivan en continua conversión"...
    He aquí la clave en el seguimiento de Jesús, configurarnos cada día, paso a paso, a su vida y a su enseñanza.
    Nuestras Constituciones profundizan mucho en la Consagración del Hermano como aquel que "sigue a Jesús, procurando imitarlo en la forma en que él vivió", y ello requiere de nosotros estar siempre atentos, escuchar su Palabra y celebrar el don que nos hace cada día...
    Hasta cada Eucaristía... Hno. Augusto -cfic-

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  12. Feliz dia ¡¡¡¡ , a nuestro PADRE espiritual José Luis, y que pase un hermosos dia ¡¡¡

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  13. SEÑOR, MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN. HAS MI CORAZON SEMEJANTE AL TUYO.
    AMEN.

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  14. Hola padre, cuan necesaria es hoy la reflexión, el silencio interior, para dar paso a la luz que tanta turbaciones tiene a causa de la vida actual. Yo cuando me quedo sola en casa haciendo trabajos domésticos, que considero rutinarios aunque necesarios, digo- Cuando cocino, plancho, lavo, Señor quédate conmigo. Y así como si se tratase de una letanía- Señor quédate conmigo. Cuando veo un grupo de jóvenes mal aspectados, igual - Señor quédate conmigo. Y se produce el milagro, El está conmigo. Que el Señor, siempre esté contigo y con todos aquellos que lo invocamos con tanto Amor y Fe.

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  15. Muy buena entrada..llega al corazón...Que buena manera de evangelizar...
    Dice Jesús..por mi llegaran al Padre y el Espíritu Santo tendrán...

    En tus manos me pongo Señor...

    Silvia Cristina

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  16. Dios no es invisible! yo lo siento en el aire, lo veo en la lluvia,en la flor,en la sonrisa de un niño, el el vuelo del ave,en toda la creación!
    El me protege y me guia!!!

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Te agradezco tu comentario respetuoso...