La valentía de decir y vivir la Verdad... hasta el final de la vida.
fotolog.com.ar
Actualmente también se nos presiona a que adoremos a falsos dioses, como hizo el rey de Babilonia, Nabucodonosor, con los tres jóvenes: Sadrac, Mesac y Abed Negó. Y nosotros, como aquellos tres heroicos jóvenes judíos, deberemos resistir, y cantar alabanzas al único verdadero Señor, con su mismo cántico: “Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres. Bendito sea tu santo y glorioso nombre. Alabado y exaltado eternamente”.
¡Que el ejemplo y modelo de miles santos mártires, de todos los siglos, nos motiven a vivir, con profundidad y alegría, nuestra Fe!..
También Jesús, en el Evangelio de este día, nos pide ser auténticos, en medio de un ambiente lleno de prejuicios, de malicia y de mentiras, diciéndonos: “Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos: conocerán la verdad y la verdad los hará libres”. Por eso, frente a tantas “esclavitudes” postmodernas, el Señor sigue mostrándonos el Camino que nos lleva a “la gloriosa libertad de los hijos de Dios” (Rom 8, 21).
Sto. Tomás de Aquino comenta así, el Evangelio de hoy: “Liberar, en este pasaje, significa hacer libre de tres modos: primero, la verdad de la doctrina, nos hará libres del error de la falsedad... Segundo, la verdad de la gracia, nos librará de la esclavitud del pecado... Tercero, la verdad de la eternidad, nos librará de la corrupción (del sepulcro)”.
Para culminar, te comparto esta oración, que compuse durante la meditación: Señor Jesús, te pedimos un amor intenso por la Verdad, y una práctica constante de lo que a Ti te agrada, para que podamos crecer como discípulos tuyos y vivir auténticamente libres. Libres de las ataduras del pecado y la concupiscencia; libres de las obsesiones que nos impone la moda; libres de relativizar todo, que es una forma de dictadura; libres del falso libertinaje, que nos hace esclavos de nuestros vicios y caprichos; libres para tomar decisiones acertadas. Libres frente a los antivalores de una sociedad anticristiana. En fin, libres de corazón, para escuchar tu Palabra y llevarla a la práctica, cada día, hasta el final de nuestras vidas... Que así sea, con la gracia de Dios...
Presbítero José Luis Carvajal Ibelli (Argentina).